El Tribunal
Administrativo del Magdalena empleó la tecnología de la empresa Meta para
generar un entorno visual, emulando, mediante avatares y un ambiente digital,
las condiciones de un juzgado real.
Para el
desarrollo de este entorno digital, se usó la aplicación Horizon Workrooms y la
magistrada invirtió (de su bolsillo) un presupuesto para lograr recrear
digitalmente este entorno.
Dentro del
ejercicio, el demandado tiene su propia cámara, la magistrada tiene una única
cámara en el momento que habla y se pueden ver en momentos planos de toda la
sala. Incluso se trajo un origen de una persona que estaba siendo grabada y se
introdujo ese elemento dentro del mundo virtual. La experiencia dio incluso
para que algunas marcas aparecieran como una aparente pauta dentro de la
sesión.
¿La rama
jurisdiccional colombiana está en la capacidad del uso de la tecnología para la
realización de estas audiencias?
El abogado Juan Carlos Mesa, docente de la sede Medellín del Politécnico Grancolombiano explica las implicaciones prácticas de este hecho histórico: “Hay que prestar primordial atención al testimonio, porque nosotros (los abogados) no solamente observamos el lenguaje, sino la posición corporal de cada uno de los testigos que nos permita determinar si hay nerviosismo o si el testigo puede tener una posición que esté generando duda o miedo al momento de responder las preguntas. En ese orden de ideas, el metaverso no muestra esas características que podríamos observar en una audiencia presencial. Ahora bien, la pregunta sería: ¿esos avatares sí darían las condiciones necesarias para asegurar que la persona que está en la realidad virtual sí es el testigo?”
El docente
explica algunas leyes y normas que han permitido los avances tecnológicos, que
iniciaron de las necesidades cubiertas durante la pandemia mediante las
audiencias virtuales, en las que el uso de otras tecnologías como Zoom y Teams
permitió a la rama judicial continuar sus labores:
La Ley 4ta de
1993 hace referencia a que en la organización de la justicia se debe dar
traslado a medios tecnológicos que permitan agilizar los procesos
jurisdiccionales. Posteriormente, la Ley 527 de 1999 habla acerca de la
idoneidad de los mensajes de datos, estableciendo que estos no se pueden
alterar por ninguna de las partes, por lo que se debe asegurar que el mensaje
que salió sea el mismo que llega al destino final. Ahora bien, por efectos de
la pandemia, el Decreto 806 de 2020 aceleró la introducción a estas nuevas
tecnologías para ayudar a generar una percepción dinámica de los procesos
jurisdiccionales y se observa la mediación de la prueba. Después de la
pandemia, ese decreto, permite generar una continuidad a los procesos con la
virtualidad.
¿Cuáles son los
retos de esta tecnología en un país como Colombia?
La puesta en
marcha de esta iniciativa plantea tanto retos como dudas en cuanto a su uso e
implementación en el territorio. Para algunos es innecesaria, debido a que
quita la solemnidad y la seriedad; otros están a favor debido al uso innovador
de esta tecnología; algunos sectores comentan que la pasada pandemia demostró
que Colombia aún no está preparada a nivel de redes para soportar este tipo de
conexión.
Lo que se
requiere para realizar una audiencia o conversación de este tipo incluye:
1. Gafas de realidad virtual, que en el
mercado tienen un costo aproximado de $2.400.000 y todas las partes que vayan a
participar deben tenerlas para poder interactuar en tiempo real.
2. Conexiones dedicadas o de
velocidades superiores a 200 megas simétricos para evitar lags (tiempos de
espera) durante la sesión.
La audiencia
meta-virtual que se llevó a cabo reveló grandes desafíos. Por ejemplo, los
avatares no pueden representar emociones naturales debido a que las gafas
solamente están situadas sobre los ojos y no recogen expresiones completas del
rostro. Otro de los limitantes está en el hecho de poder presentar pruebas
legales (documentos, elementos) dentro del metaverso, ya que se tendrían que
digitalizar ciertos documentos para que pudieran ser expuestos en el mundo
virtual, lo que haría aún más lenta la definición de estos procesos.
“La
virtualidad es un paso que tenemos que dar, pero con seguridad. Podemos ver que
la audiencia parecía ser más un juego de internet viejo, obsoleto, porque hoy
existen nuevas tecnologías que permiten ver figuras en 3D, que permiten ser más
expresivos y buscar una mayor idoneidad en el proceso de la audiencia”,
concluyó el docente del Politécnico Grancolombiano.
Fuente: Laura
Ximena Orjuela
Jefe de
Prensa
Ajuste de
contenido y diagramación: bersoahoy.co
No hay comentarios:
Publicar un comentario