No cabe duda de que los datos son activos valiosos, así que perderlos o
sufrir tiempos de inactividad prolongados ya no es una opción para las empresas
que buscan mantenerse competitivas.
Pero construir resiliencia de datos significa más que establecer
procesos de respaldo. Implica integrar una estrategia robusta y flexible que
permita a las empresas responder ágilmente ante incidentes, desde fallos
técnicos hasta desastres naturales.
Si bien el respaldo y la alta disponibilidad son cruciales, la
resiliencia de datos debe integrarse dentro de un plan de recuperación ante
desastres que contemple diversos escenarios de riesgo, en los que las pruebas
de recuperación periódicas son esenciales. Esto no sólo optimiza los tiempos de
respuesta, sino que asegura que los sistemas estén realmente preparados para
situaciones de emergencia.
Junto con esto, las estrategias de ciberseguridad avanzadas, como el
cifrado de datos y la detección proactiva de intrusiones, protegen la
integridad de la información, evitando que ésta sea corrompida o inaccesible.
La resiliencia de datos como elemento de valor
competitivo
En entornos altamente cambiantes y dinámicos, la resiliencia de datos
aporta valor competitivo. Las empresas que aseguran la continuidad operativa y
la seguridad de sus datos no sólo protegen sus operaciones, sino que fortalecen
su reputación y construyen relaciones de confianza con sus clientes,
proveedores y socios comerciales. Así, en un mercado donde la agilidad y la
capacidad de respuesta son cada vez más valoradas, la resiliencia de datos permite
que las organizaciones mantengan su posición y avancen en su transformación
digital sin obstáculos que puedan frenar su crecimiento.
Por esto, una estrategia de resiliencia de datos no sólo se adopta con
un enfoque preventivo, sino que se convierte en un habilitador de crecimiento y
de innovación.
La resiliencia de datos no es sólo tecnología, es cultura organizacional
Para implementar una infraestructura de datos resiliente, debemos
considerar que el proceso implica un esfuerzo continuo de colaboración entre
múltiples áreas, desde TI hasta la gestión de riesgos y el liderazgo ejecutivo.
Esto porque la resiliencia de datos no es sólo tecnología, es cultura
organizacional.
Sin embargo, un estudio del Enterprise Strategy Group (ESG) reveló que
el 15% de las organizaciones se encuentran preparadas de forma adecuada para
resistir un ataque de ransomware. Sabiendo esto, las empresas que entiendan la
importancia de proteger y gestionar sus datos de manera proactiva, estarán
mejor preparadas para enfrentar las complejidades de un entorno cambiante.
Tal como nos orienta la guía MIT Technology Review, “La resiliencia
cibernética fusiona la seguridad y la protección de datos”, con una estrategia
de resiliencia de datos definida, las organizaciones pueden asegurar que,
independientemente de los desafíos que surjan, sus datos estarán siempre
protegidos y listos para respaldar las operaciones y el crecimiento.
Resulta clave acompañar a las organizaciones en esta transformación,
apoyándolas en la construcción de una infraestructura de datos sólida y
preparada para seguir operativa, ante cualquier eventualidad.
Fuente: Prensa Daniel Contreras
EDM comunicaciones.
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